martes, 5 de julio de 2016

Mitos sobre el bilingüismo

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En este post quiero hablar un poco de los mitos que hay relacionados con el bilingüismo, y también de los detractores de padres no nativos que educan bilingüe.

Para ello, cuento con la colaboración de un grupo de personas que están llevando a cabo la misma aventura que yo: criar a sus hijos bilingües, sin serlo ellos mismos.

Tenemos con nosotros a Vanesa, Eva y Alex.

A Vanesa la podéis seguir en su cuenta de Twitter, donde cuenta sus experiencias educando a su hija en varios idiomas.

Eva es la autora del blog Inglés con mi hijo, donde recoge expresiones y vocabulario que utiliza para criar a su hijo de 22 meses en inglés.

Y Alex es el autor del blog Crecer en Inglés y el podcast Aventura Bilingüe. Tiene un peque de 7 meses al que educa en inglés.

Los mitos del bilingüismo


En primer lugar, vamos a hablar un poco los mitos que más comúnmente se escuchan acerca del bilingüismo

Puede causar retrasos en el hablar

No existen estudios científicos que avalen esto. El retraso en el habla puede ser debido a muchos motivos, no al bilingüismo. Hay niños bilingües que empiezan a hablar muy pronto, y otros que tardan más. De la misma forma que hay niños no bilingües que empiezan a hablar antes que otros. Por desgracia, cuando un niño bilingüe tiene retrasos en el habla, sufrimos el riesgo de que nos aconsejen que pasemos a hablarles en un único idioma para descartar que ese sea el problema.

Como ejemplo, para que veais que el hecho de educar a un niño en bilingüe no implica retrasos en el habla, contaros que mi peque empezó a decir palabras en los dos idiomas antes de cumplir los 18 meses. Dice sobre todo palabras sueltas, y dependiendo de la palabra la dice en un idioma u en otro. También hace pequeñas frases (de 2 o tres palabras) utilizando diversos idiomas. Por ejemplo, el dice car (todavía no dice coche) y dice otro (aún no dice another). Así que, cuando quiere decir "otro coche", dice otro car. 

Vanesa también nos cuenta que su peque tiene ahora 26 meses y se expresa perfectamente en inglés pero, además, es capaz de hacerse entender en español y persa. En cuanto al mandarín, lo entiende perfectamente y dice palabras y expresiones cuando le apetece.

Como anécdota, nos cuenta que, en enero de 2016 asistieron al BETT Show en Londres y se llevaron a la bebé, que entonces tenía sólo 20 meses. Estában en el aeropuerto de Gatwich. La peque llevaba un abrigo muy cuco y todo el mundo se giraba para mirarla. Andában un poco perdidos, cargados y con algo de prisa, así que se acercaron a unas azafatas a preguntar. Las azafatas les ayudaron y, cómo no, empezaron a preguntarle cosas a la niña y a decirle cositas. La peque, muda, no dejaba de mirarles los labios. No contestaba. Cuando se disponían a marcharse, dijo bien claro: "Bye, Lady! See you soon!" Las azafatas, sorprendidas y medio enamoradas de la criatura se decían: "¿Has oído? ¡Te ha llamado 'Lady'!"

Eva nos cuenta que su peque tiene ahora mismo 22 meses y todavía no habla mucho. Dice algunas palabras sueltas, tanto en inglés como en español. Sin embargo, ella ha hablado con otras parejas, algunas que educan a sus hijos en inglés y otras que lo hacen en español, y muchas le comentan que sus hijos tampoco hablaban demasiado a esa edad. 

Educarlos en varios idiomas les confunde

Hay quien opina que educar a un niño en varios idiomas les confunde, y hace que no distingan un idioma de otro.

Hay estudios que demuestran que los niños pueden distinguir idiomas a partir de los pocos días de vida. Si los idiomas son muy parecidos empiezan a diferenciarlos a los seis meses de edad. 

Mi hijo ha entendido perfectamente siempre a todas las personas que le hablan en español y a las que le hablan en inglés. Él responde con el vocabulario que tiene, que todavía es limitado, pero su nivel de compresión de ambos idiomas es parejo. 

Vanesa también nos cuenta que su peque siempre ha sabido muy bien qué idiomas le hablan cada una de las personas que conforman su mundo. Generalmente, les habla a todos en inglés porque sabe que la entienden y, si tiene que comunicarse con alguien que no habla inglés, como es el caso de sus abuelos, se adapta y lo hace.

Como ejemplo, hace unos días, le decía a la peque que tenían que vestirse para ir a coger cerezas al árbol del abuelo, porque ya estaban rojas (sabe que verdes no se pueden coger y hay que esperar); también le decía que tenían que ir a ver el nido de golondrinas que tienen en el porche, porque ya habían nacido los pollitos. "They've got seeds!", le dijo la niña. A lo que Vanesa contestó: "Yes, mommy swallow brings seeds to the nest for her little chicks". La niña la miró con cara de "mamá no se entera" y le dijo: "¡Pipos! ¡Tienen pipos!" ¡Qué vergüenza! Su hija de 26 meses traduciéndole al castellano... Le estaba hablando de los huesos de las cerezas y viendo que ella no entendía nada...

Mezclan idiomas

Existe la creencia de que los niños bilingües mezclan idiomas. Esto es real, pero no es un problema. Cuando un niño bilingüe no conoce una palabra en un idioma, pero sí en el otro, la dice en el idioma en que la conoce. Un niño no bilingüe no tiene ese recurso. Tendría que recurrir a explicar la palabra de alguna forma, o simplemente no sabría decirla. El niño bilingüe utiliza un recurso que tiene a su alcance. Esto es algo natural, ¡todos lo haríamos! A medida que los niños van desarrollando el vocabulario en ambos idiomas, dejan de mezclarlos, simplemente porque ya no tienen la necesidad de hacerlo. Que los mezclen no significa en absoluto que los confundan, y no debe preocuparnos.

Los niños son esponjas

En relación a esto, el otro día leí una cita que me encantó y que creo que sintetiza perfectamente lo que implica esta frase. Aquí os la dejo:"Sponges only absorbed when dipped in water, not thin air or good will" by Anika Bourgogne, author of Be Bilingual

Detractores del bilingüismo


Y a todos estos mitos del bilingüismo, le sumamos en nuestro caso las opiniones de todos aquellos detractores de que padres no nativos eduquen a sus hijos de forma bilingüe.

Nuestro acento no es perfecto

Muchos opinan que no deberíamos educar a nuestros hijos en un idioma que no es el nuestro porque, por ejemplo, nuestro acento no es perfecto.

Es cierto, no lo es, pero ¿qué más da? ¿Cuántos acentos diferentes hay en inglés? ¿Cuál es mejor? ¿Cuál es el "perfecto"? Nuestros hijos seguramente hablen inglés con algo de acento español, pero lo hablarán, se entenderán perfectamente en el idioma,  y eso es algo que les estamos regalando.

Como dice Vanesa, como padres no nativos, podremos enseñar más o menos inglés a nuestros hijos, pero siempre será mejor que no enseñarles nada de lo que sabemos. Los niños no aprenden el idioma sólo de los padres, lo aprenden del entorno y nos corrigen cuando alcanzan la capacidad de hacerlo. 

Eva opina que esto no es importante, ya que todos tenemos un acento particular incluso en nuestra propia lengua. Si les enseñamos inglés con un acento que no es "perfecto", da igual, porque están aprendiendo, y como mínimo les abremo abierto el oído.

Alex por ejemplo es consciente de que su acento hablando inglés no es perfecto, pero no le da importancia. Ha asumido que esto es así pero que no va a ser un problema para que eduque a su hijo como bilingüe. 

No tenemos suficiente nivel de inglés

También opinan que quizás nuestro nivel de inglés no sea suficiente.

En relación a esto a mí me preguntaron por ejmeplo una vez qué pasará si llega el momento en que el niño hable más inglés que yo y no puedas mantener conversaciones con él. Por una parte, considero que tengo suficiente nivel de inglés para hablar con mi hijo durante muchos años. Por otro lado, iré aprendiendo con él a medida que pase el tiempo. Y por último, ¡ojalá llegue ese momento! Significará que no lo he hecho nada mal :)

Eva opina que el nivel no es importante siempre y cuando podamos comunicarnos un mínimo e ir aprendiendo. Así también aprenden los dos juntos.

Alex nos cuenta que ha habido gente que le ha preguntado cómo le habla en inglés si su nivel no es lo suficientemente alto. En su opinión, el objetivo final es más importante que todas las opiniones. Ha aprendido que no le importa mucho lo que la gente opine, y que si lo trata de forma natural incluso consigue que la gente participe en inglés. Además, ¡de paso repasa y estudia!

¿Cómo le voy a hablar en inglés? No me va a entender....

En relación a esto, Alex cuenta una anécdota muy simpática.

Estaba un amigo en casa que vino a cenar con su mujer. Estaban en el sofá su amigo, su hijo y él. Alex estaba hablando con el pequeño en inglés mientras jugaba con algún juguete, y su amigo les miraba.
Llegado un momento, y a pesar de no tener mucho nivel de inglés, el amigo se atrevió a decirle algo a niño, y entonces el pequeño empezó a chillar. Automáticamente el amigo le dijo: "vale, vale te hablo en español que sino no me entiendes" 

Naturalmente nada tuvo que ver, con 7 meses aun entiende poco y suele chillar cuando está jugando o se enfada...

Es curioso que la gente pueda pensar que en inglés el niño no les va a entender, pero en español sí, cuando su capacidad para aprender cualquier idioma es exactamente la misma

En resumen...

Espero que entre todos podamos ir derrumbando estos mitos poco a poco, y más gente se anime a integrar el inglés en casa, tanto para educar a sus hijos como bilingües como simplemente para enseñarles inglés desde pequeños, aunque la inmersión no sea total. 


Aprendamos de los peques, que tienen menos prejuicios y son mucho más abiertos de mente que muchos adultos.

Eva nos lo ejemplifica con la siguiente anécdota.

No hace muchos días fue al parque con su hijo y cuando los otros niños que había allí (mayores que el suyo) escucharon que le estaba hablando en inglés, le preguntaron si le hablaba en inglés. Les dijo que sí y que su hijo también cantaba algunas canciones en ese idioma. Se pusimos a cantar una de Super Simple Songs y al escucharles, ellos también se pusieron a cantar. Parece ser que en el colegio les habían enseñado la canción. El niño, al ver que ellos también cantaban, se puso muy contento y la miró sonriendo, con cierta complicidad.

5 comentarios:

  1. Buena recopilación de anécdotas y sobre todo todo muy bien explicado. Aun quedan muchos mitos por romper, yo mismo dudaba hace algún tiempo de si sería malo o no, cómo podría afectar, etc. Y ahora que se ríe, juega y veo que es natural estoy muy contento de hacer este pequeño 'sacrificio' por él :)

    Un saludo, Alex!!

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  2. Me encantó tu blog. Efectivamente los niños entienden todo y tienen la capacidad de manejar varios idiomas desde bebés. Y cuando no tienen los recursos en un idioma lo piden en el idioma que se encuentran y sino se lo saben pues te lo piden hasta en palabras inventadas (spanglish) o en señas. Pero su capacidad de comunicación es impresionante y su capacidad de recepción tambien. Saludos! @totsplaytime

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  3. Muy interesante el post, estructurado con casos personales, de padres que existimos y que educamos bilingüe. :)

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  4. Hola,
    Como dice Álex: un post muy bien explicado. Muchas gracias por contar con nosotros para participar en él. Es un placer poder contar con personas y blogs como el tuyo para seguir adelante en esta aventura de enseñarle inglés a nuestros hijos.
    ¡Buen trabajo!
    Un saludo,
    Eva
    www.inglesconmihijo.com

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  5. Totalmente de acuerdo con el post y con los comentarios. Gracias ;-)

    Según mi experiencia, hasta que cumplen los tres años asaltan las dudas, pero el tiempo, e incluso la gente, nos acaba dando la razón. Mi hijo ya tiene 5 y no veo que le transmita mis errores, que los tengo. Al revés, ya empieza a darse cuenta y, simplemente, me corrige con total naturalidad. Tardó algo en hablar, pero podría haber tardado lo mismo dadas las características de mi embarazo. O, como dijo nuestra pediatra, y qué si tarda unos meses más? Mira todo lo que le estás dando!

    Mi objetivo ya se ha cumplido: que mi hijo se expresase con fluidez y no tuviese que pensar para construir una frase. Y, a su edad (este es otro mito), no encuentra dificultades en entender o hacerse entender con cualquier persona, sea nativa o no. El mito es que tenemos que exponer a los niños a muchos acentos diferentes para que se puedan comunicar con todo el mundo. Yo he comprobado que no es cierto (posiblemente por su capacidad de abstracción). Lo que prima es su interés por comunicarse (jugar con otros) y el acento no es una barrera.

    Ánimo y a romper con todos los mitos!

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