viernes, 6 de septiembre de 2019
Back to school
Después de no publicar por aquí en todo el verano, me apetecía empezar contándoos como nos va por casa.
Este ha sido nuestro primer verano con los tres peques en casa, así que, como os podréis imaginar, ha sido muy intenso y caótico, a la par que divertido. Este año, por diversas razones, no hemos traído una au pair en el mes de Julio, pero yo he pasado muchísimo tiempo con los niños. Además, durante el mes de Julio, a pesar de no haber tenido au pair en casa, sí ha venido una persona a jugar con ellos en inglés un par de veces a la semana, para mantener su contacto con alguien nativo.
A finales del curso escolar tengo que reconocer que había incrementado un poco el español que les hablaba. Principalmente, cambiaba al español cuando estábamos con gente que no entendía inglés. Esto antes no lo hacía, pero pasado un tiempo y tras haberme dado cuenta de que los niños manejan los dos idiomas sin dificultad, empecé a hacerlo por comodidad, quizás.
Después del verano juntos, y de haber hablado muchísimo más inglés con ellos, he decidido minimizar el español que les hablo, incluso cuando haya gente delante que no lo hable. Es verdad que a veces seguiré cambiando de idioma, por incluir a todos en la conversación sin tener que andar traduciendo, pero sí que voy a intentar medirlo un poco más. Creo que volver a escribir por aquí me va a ayudar a mantenerme firme en este propósito.
El mayor (casi 5 años) habla los dos idiomas sin dificultad. Después de estos meses sin colegio en los que hemos pasado tanto tiempo juntos, vuelve a hablarme bastante en inglés, aunque es verdad que sigue cambiando de idioma conmigo. A veces me contesta en español y otras en inglés. No es algo que me preocupe, ya que entiendo que el español es su idioma mayoritario y además él sabe que yo lo hablo con todo el mundo, pero sí me interesa maximizar el inglés que habla conmigo y por ello voy a evitar caer yo en la comodidad de hablarle de vez en cuando en español. Por otro lado, cuando habla con gente nativa lo hace en inglés, sin cambiar de idioma en ningún momento, lo que es una prueba de que lo que estamos haciendo funciona, ya que nuestro objetivo es que entienda y maneje ambos idiomas según los necesite, y está claro que en su caso es así.
El mediano, con casi dos años y medio, entiende ambos idiomas sin problema, y los mezcla cuando habla, siendo el español también el que más utiliza. A su edad el mayor también mezclaba idiomas, así que entiendo que es parte del proceso y que en breve empezará a distinguir uno de otro y se dirigirá en español o en inglés según le interese, y según con quién hable.
Y el pequeñajo... bueno, él todavía es muy pequeño, así que estamos en la fase de hablarle en inglés y que vaya escuchando. Es curioso, porque al igual que me pasó con sus dos hermanos cuando eran recién nacidos, todavía le hablo más en español que en inglés. Aquí es donde tengo yo que establecer la relación en inglés con él, que sé que me llevraa un tiempo, hasta que lo natural sea que le hable en ese idioma y no en español, como me pasó también con sus hermanos.
Por otra parte, el haber disfrutado tanto del verano nos ha dado opción de realizar un montón de actividades juntos, leer historias, contar canciones, jugar a juegos... y con ello también se han visto expuestos a un vocabulario muy amplio y variado. Pero esto os lo iré contando en los siguientes posts...
¿Y qué tal vosotros? ¿Cómo está siendo vuestra vuelta al cole?
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