Cómo la mayoría supongo que ya
sabéis, nosotros en casa seguimos el método OPOL (one parent, one language) en
nuestra educación bilingüe. Hace un tiempo publiqué esta entrevista con Susana en
la que hablábamos de la estrategia mixta, que era la que usaba ella en su caso.
Y hoy he querido traer a Raquel para que nos hable un poco del método que ella
utiliza: minority language at home (ml@h).
Raquel, muchas gracias por
acompañarnos hoy. Para empezar, déjanos conocerte un poco mejor.
- Háblanos un poco de ti y de tu
familia bilingüe
Antes de ser madre yo ya era una apasionada del inglés. Cuando decidimos tener hijos, fue mi marido quien me sugirió que les hablara en inglés. Al principio me pareció una locura, por aquello de no ser nativa. Pero me puse a leer sobre el tema y vi que no era un problema, así que me fui animando. Cuando ya estaba convencida, mi marido se animó también, y decidimos hablarles los dos en inglés. Empezamos desde el primer día, incluso antes de que nacieran. Yo me dedicaba a escuchar canciones infantiles estando embarazada, para poder cantárselas a mi niña y a buscar vocabulario infantil que desconocía. Desde el primer día lo tuvimos claro: les hablaríamos siempre en inglés sin excepción y en casa todo sería en este idioma: libros, televisión y cualquier juguete parlante. Todo lo que sea en español se queda en casa de los abuelos o los tíos. Con la mayor tuvimos más dudas, pero con el segundo fue más fácil porque ya sabíamos lo que estábamos haciendo. Además siempre hemos buscado a un nativo que venga una vez por semana a darles clase, y el año pasado nos fuimos 10 días a Inglaterra. Dedicamos los recursos que podemos al bilingüismo, porque nos parece importante para que crezcan con una mente abierta.
- ¿En qué consiste exactamente este
método?
ml@h viene de “minority language at home”, es decir, lengua minoritaria en casa. He visto distintas variantes de este método, pero, en nuestro caso, significa que ambos padres hablamos inglés con los niños, y éstos entre ellos, dentro y fuera de casa. - ¿Por qué decidisteis utilizarlo en lugar de otros? Porque la lengua que siempre tiene menor exposición es la minoritaria, en nuestro caso el inglés, y con dos padres hablándola, se aumenta mucho el tiempo de exposición de la lengua minoritaria, disminuyendo el de la mayoritaria. La lengua mayoritaria suele dominar, y de esta manera contrarrestamos un poco esta realidad.
- ¿Qué resultados os está dando? Por ahora muy buenos. Mi hija tiene ahora 4 años. Entre el año y los 2 años dominaba un poco el español, entre los 2 y 3 años, sólo hablaba inglés, aunque entendía ambos. Con 3 años empezó a hablar también español y, aunque todavía domina el inglés, calculo que en un año será al revés. La lengua mayoritaria está en todas partes y es de pequeños cuando podemos darle fuerza a la lengua minoritaria. En mi hijo de año y medio por ahora domina el inglés. Cada niño es distinto.
- ¿Qué ventajas crees que tiene con respecto a otros métodos, como por ejemplo el OPOL? Sobre todo que da más fuerza e importancia a la lengua minoritaria, quitándosela un poco a la mayoritaria. Los niños ven que en casa se habla la lengua minoritaria y es más fácil que se conviertan en bilingües activos –que hablen y entiendan- y no sólo pasivos –que sólo entiendan-.
- ¿Y desventajas en relación a otros métodos que veas que utilizan otras familias bilingües? Hasta el momento, ninguna. Pero en el futuro vamos a tener que pensar cómo afrontar los deberes en español. Tendremos o que asignar una persona y un lugar (por ejemplo: papá y un escritorio), o hacer como hacen los padres monolingües españoles cuando tienen que explicar cosas de la asignatura de inglés a sus hijos.
- En vuestro caso, ¿qué idioma habláis entre vosotros? Hasta ahora siempre hemos hablado español, pero nos hemos dado cuenta de varias cosas: 1) ahora que la mayor ya tiene 4 años, la estamos excluyendo de nuestras conversaciones; 2) entre amigos, cumpleaños y extraescolares, hay más español en su vida; y 3) es importante que escuche lenguaje de adultos en inglés. Así que nuestra resolución de Año Nuevo ha sido empezar a hablar inglés entre mi marido y yo. Nos está costando, pero cada día es un poco más fácil.
- Tu hijo pequeño todavía tiene un año, pero en el caso de la mayor, ¿cuál es su idioma dominante? El inglés. De hecho lo es en los dos, ya que el pequeño tiene año y medio y dice sus palabritas. Pero es cuestión de tiempo que domine el español. Ahora los padres somos muy importantes para ellos, pero cada vez toman más importancia los amigos, profesores, primos... Calculo que a los 5 ó 6 años dominará el español en ambos.
- ¿Crees que el hecho de hablarles los dos en inglés ha favorecido en algún sentido que este idioma haya sido dominante en tu hija en su etapa prescolar? Definitivamente. Pienso que si uno de nosotros les hablara en español, su idioma dominante sería sin duda el español.
- ¿Crees que en tu caso, al hablarle
ambos en inglés, esto puede afectar a su aprendizaje del español?
A corto plazo sí, pero no a largo. Mi hija ahora mismo tiene acento en español, y aún habla peor que sus compañeros de clase, pero en año y medio ha pasado de no hablar nada de español, con 3 años, a hablarlo un poco peor que sus compañeros. He leído que en estos casos suelen ponerse a la par con sus compañeros alrededor de los 5 años. No sé si será nuestro caso, pero desde luego su español está mejorando de forma vertiginosa. Hay muchísimos hijos de inmigrantes que llegan a España sin hablar nada de español y, pasados los años, lo hablan a nivel nativo, aunque en su casa se hablen otros idiomas y nadie los corrija. Mis hijos viven rodeados de español y lo han oído desde pequeños en la guardería, el colegio, familia, amigos... en todas partes menos en casa. Viviendo en España, es cuestión de tiempo que su idioma dominante sea el español, y éste es el objetivo. Es por ello que tengo claro que el idioma del que me tengo que preocupar, si quiero que acaben siendo bilingües, es el inglés.
- ¿Cómo hacéis vosotros cuando tenéis
un mal día o una mala racha para motivaros y seguir adelante?
A veces se hace duro, sí, es normal. No es lo mismo hablar un idioma que dominas que otro en el que estás limitado. Además, al no ser nativos siempre tenemos el miedo de estar haciendo algo mal. Cuando pasamos por una mala racha, siempre recordamos el objetivo final; lo fantástico que va a ser para nuestros hijos poder comunicarse con gente de todo el mundo y la libertad que les va a dar. Si algo no está funcionando, hablamos con otros padres que están haciendo esto mismo y buscamos ideas para ver qué falla y cómo podemos solucionarlo. Yo siempre estoy buscando cosas que podemos hacer para potenciar su inglés; cuanto más divertido para ellos, mejor.
Últimamente se ven ciertos
detractores del bilingüismo no nativo, que apuntan a que educar a tus hijos en
una lengua que no es la tuya te impide transmitirles los mismos sentimientos.
- ¿Qué opinas al respecto?
No estoy en absoluto de acuerdo. Desconozco si esto es así para otras personas, pero para mí el idioma no tiene nada que ver los sentimientos. Un idioma es sólo un medio de expresar estos sentimientos, pero los sentimientos no tienen idioma. Puedo decirles a mis hijos “te quiero” o “I love you”, pero el sentimiento de quererlos es previo al idioma, por lo que expresarlo de una forma u otra no puede cambiar lo que siento - ¿Consideras que hablarles a tus hijos en inglés ha afectado a tu relación con ellos? En absoluto. Si acaso, nos ha acercado más.
Gracias por haber compartido tu
experiencia con nosotros!
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