martes, 30 de agosto de 2016

Un café con Vanesa (segunda parte)

En este post tenemos la continuación de la entrevista cuya primera parte podéis encontrar en Un café con Vanesa (primera parte). Vanesa es madre de una peque de 2meses que se pasó los primeros 8 meses de vida escuchando sólo castellano. Entonces, inspirada por el discurso de Patricia Kühl en TED sobre la genialidad lingüística de los bebés, empezó la aventura bilingüe de esta familia.




  • Para poder educar a la peque de forma eficiente en todos estos idiomas, es necesario una inmersión lingüística muy alta en todos ellos. En relación a esto, tú comentas que has tenido que tomar la decisión de educarla en casa, por lo menos por el momento. Está claro que nuestro sistema educativo no está preparado para ayudarnos a potenciar el multilingüismo en los niños. ¿Qué opinas al respecto? ¿Qué crees que se debería hacer en este sentido?
    Incrementar la exposición ayuda mucho. Si sólo tuviésemos tres horas diarias para dedicarle a nuestra hija por las tardes, sería bastante improbable que en casa pudiese aprender bien más de una segunda lengua extranjera.

    En realidad, no decidimos educarla en casa para darle más exposición a otros idiomas. Fue a los ocho meses de nacer ella cuando me di cuenta de que, además, podríamos crear un entorno multilingüe en casa para que creciera con el “regalo” del bilingüismo, pero ya me había concienciado de la importancia de educarla en casa mucho antes de que naciera por otros motivos, entre ellos: yo no fui a la guardería, estuve en casa con mi madre, quien me inculcó el amor por el dibujo, las manualidades, la lectura y la escritura. ¡Y hoy día me sigue gustando muchísimo hacer estar cosas cuando tengo tiempo libre! Tuve una infancia muy plena, compartiendo mucho tiempo y juegos con mis padres. Quiero que mi hija pueda disfrutar todo lo posible de la estabilidad y el cariño que le damos sus padres, del mismo modo que yo disfruté de los míos. Quiero que disfrute de tomar el pecho a demanda, hasta que esté emocionalmente preparada para dejarlo. Y, 
    of course, quiero disfrutar todo lo posible de estar juntas en esta etapa y estar presente en todos los hitos de su desarrollo: sus primeros pasos, sus primeras palabras, su primer garabato, su primer escalón, su primer salto… ya sabes. El tiempo pasa volando.
    Volviendo a tu pregunta sobre el multilingüismo en el sistema educativo:

    S
    egún diversos estudios, la educación temprana, entendiéndose la recibida antes de los tres años, influye directamente en los resultados futuros de los niños en competencias básicas como lengua y matemáticas. Según esto, la escolarización gratuita a partir de los tres años no es suficiente para mejorar el rendimiento académico y reducir desigualdades pero, poco a poco, se van produciendo cambios: la mayoría de los centros ya ofrecen una cierta exposición al inglés en el primer ciclo de infantil, la tasa de escolaridad en esta etapa se ha duplicado en los últimos diez años y seguirá subiendo conforme se vayan dando pasos hacia su gratuidad.

    ¿
    Se puede seguir mejorando? Claro que sí, los padres necesitamos más información, no sólo sobre la lactancia materna, cómo introducir la alimentación complementaria o el calendario de vacunaciones. También necesitamos que nos informen mejor sobre los enormes beneficios que la lectura y la conversación les aportan a los bebés en términos de desarrollo lingüístico y cognitivo, tanto en su primera lengua, como en la segunda. Pero tampoco tenemos por qué esperar a que el sistema cambie, los padres podemos tomar la iniciativa.
    En los países del norte de Europa, el bilingüismo forma parte de la normalidad. En algunas regiones de España, también es algo natural pero, en muchas otras zonas, aunque las familias son cada vez más conscientes de que los niños aprenden idiomas con mayor facilidad a edades tempranas (un indicador de esto es que en los últimos años se ha producido una demanda creciente de actividades infantiles lúdicas y de ocio en inglés), a muchos padres, la idea de manejar otro idioma distinto al materno en las rutinas diarias les sigue produciendo inseguridad y agobio. La verdad es que conciliar la vida laboral y la vida familiar es muy complicado hoy día pero, si la educación empieza en casa, la educación bilingüe también se debería “respaldar” en el ámbito familiar. Los padres siempre podemos dar ejemplo de algún modo, incluso los monolingües, asistiendo con nuestros bebés a centros de enseñanza de idiomas, buscando profesores particulares, 
    au-pairsbabysitters, grupos de intercambio de idiomas… Yo misma no puedo hablar chino con mi hija, pero nos hemos preocupado de entablar buenas amistades con estudiantes de español y familias chinas que tienen niñas pequeñas, así que salimos a jugar al parque, celebramos cumpleaños, cocinamos y comemos juntos, intercambiamos regalitos, dulces típicos, nos ayudan a conseguir cuentos, nos recomiendan programas infantiles... el chino está en nuestro día a día y es muy enriquecedor.

  • Tu hija todavía no ha cumplido los 3 años, pero en cuanto lo haga supongo que tendrás que decidir si seguir educándola en casa o no. ¿Habéis pensado algo al respecto? ¿Crees que introducirla en el sistema educativo español puede perjudicar el trabajo que habéis estado realizando todo este tiempo?
    Pienso que los maestros de hoy están más preparados y también más concienciados que nunca con la necesidad de una formación continua. Por supuesto, hay mucho que mejorar y los docentes están siendo los primeros en volcarse para impulsar mejoras. Todo el sector educativo está viviendo un momento de regeneración, impulsado por las posibilidades de comunicación que ofrecen las nuevas tecnologías y los avances de la neurociencia.


    Mi niña irá al cole cuando tenga tres o cuatro años, aún no lo hemos decidido. Ya iremos viendo. Seguro que será una experiencia mucho mejor que la que tuve yo. Antes había que aprender sentado, callado y escuchando, ahora hay muchos más coles donde los niños aprenden haciendo y colaborando, guiados por sus profes. Antes se castigaba el no saber, ahora se aplaude el esfuerzo. Antes todos los niños teníamos que seguir el ritmo de la clase, ahora cada vez hay más información y formación para abordar de forma específica la educación de los niños que tienen hiperactividad, necesidades especiales, altas capacidades, etc.


    La educación empieza en casa, pero quienes mejor saben cómo aprenden los niños son los maestros y los expertos en neuroeducación. Nosotros, como padres, procuramos informarnos, leer las recomendaciones de los docentes y aplicarlas en casa. Nos sentimos felices por tener a la peque ahora con nosotros, por poder proporcionarle estímulos e implicarnos activamente en su aprendizaje, por verla tan motivada… Los niños pequeños tienen una curiosidad y una creatividad innatas que hay que mimar y alentar. Como dice Sir Ken Robinson: “si puedes encender la chispa de la curiosidad en los niños, aprenderán sin más ayuda”. Muy cierto. A la peque le encanta aprender. Ella misma me dice que le gusta más leer cuentos con mamá que ver la tele. Así que estoy tranquila porque pienso que, en casa o en el colegio, ella seguirá siendo una niña curiosa.

  • ¿Crees que el motivo por el que más familias no se animan a emprender este tipo de proyectos es la falta de información y el miedo? ¿Qué opinas que se puede hacer respecto?

    Las largas jornadas laborales son un gran problema para la vida familiar y la educación. Los niños necesitan pasar tiempo de calidad con sus padres o, al menos, con uno de ellos. A una familia que sólo puede reunirse a la hora de la cena para hablar de cómo ha ido el día y desconectar un rato antes de ir a dormir, no le queda un minuto libre para nada más. ¿Cómo podría esta familia pensar siquiera en la posibilidad de introducir el bilingüismo en casa? Y, si lo pensara, ¿dónde puede informarse? ¿Dónde está el “Libro blanco del bilingüismo en casa”? ¿Por qué no hay escuelas de padres donde nos guíen y resuelvan las dudas? Ese “máster” nos lo tenemos que hacer nosotros a distancia, buscando recomendaciones de expertos, preguntado dudas en foros a otras familias, leyendo noticias y opiniones en la prensa y comparando lo que se dice aquí y allí para tratar de averiguar lo que nos puede funcionar a nosotros. Dan ganas de tirar la toalla antes de empezar porque tanta incertidumbre produce un cierto temor cuando no se tiene una experiencia cercana que nos sirva de referente y nos motive.

    ¿Qué se puede hacer? Informar.


    Seguro que habrás escuchado muchas veces comentarios como: “mi hijo se distrae fácilmente y no atiende”, “a mi hijo no le gusta el inglés” o “tiene muchos deberes y no nos queda tiempo para más clases, porque también necesita jugar”. Estas situaciones se derivan de otro comentario que las precede habitualmente: “aún es muy pequeño, lo llevaré a clases de inglés cuando haya aprendido bien español”.


    Los beneficios de la estimulación temprana a nivel motor, lingüístico, cognitivo y social están ampliamente reconocidos. Nos lo recomiendan matronas, pediatras, maestros, pedagogos, psicólogos… Pues el bilingüismo a edades tempranas no es sino estimulación de tipo lingüístico.
  • ¿Cómo crees que debería afrontarse en nuestra sociedad la educación multilingüe a nivel institucional?

    Sabemos que la mejor etapa para adquirir idiomas es la que va de los cero a los tres años. Esa es la etapa en la que hay que actuar. Se ha venido considerando “asistencial”, en lugar de “educativa”, pero ahora se reconoce que constituye una etapa fundamental para el desarrollo de los niños.


    Nuestro sistema tiende a favorecer la incorporación de la madre al trabajo facilitando la escolarización temprana. En cambio, en otros países, como Dinamarca, Noruega o Suecia, los padres reciben ayudas para criar a sus hijos durante más tiempo.


    En España, ¿la educación multilingüe a edades tempranas es más factible en el colegio o en casa? Probablemente destinar recursos a los centros educativos sea más efectivo para este fin que destinarlos a las familias.


    A mí, personalmente, me gusta más el planteamiento nórdico de facilitar la conciliación familiar
    y coincido también en que el juego en etapa infantil tiene una gran importancia en el aprendizaje y el desarrollo del niño. Y en la “república independiente de su casa”, toda familia debería poder disfrutar de tiempo de calidad para hacer lo que considere oportuno, ya sea inmersión en otros idiomas, deportes…

  • Hablemos un poco del hecho de educar a un niño en un idioma del que no somos nativos. Hay muchos detractores en relación a este tema. ¿Podrías darnos tu opinión?

    Si un padre o madre no se siente capaz de hablar con su hijo en otro idioma el 100% del tiempo, puede limitarlo a ciertos momentos o lugares y también buscar apoyos. En cualquier caso, 
    es bueno que los padres promuevan el bilingüismo y motiven a sus hijos para aprender. A mí, mi padre sólo me pudo transmitir su pasión por la música extranjera pero, en mi caso, fue suficiente para encender mi curiosidad.

    Yo soy hija de padres monolingües. Todos mis profesores de inglés, en primaria y secundaria, eran españoles. Pese a ello, obtuve un sobresaliente en el examen de Selectividad de inglés, después aprobé el examen de acceso, escrito y oral, de la universidad y conseguí una plaza. Así que, hasta los 18 años, nunca tuve un profesor nativo y la primera vez que viajé a un país anglosajón tenía 20 años y pasé allí apenas 3 meses. La mayor parte de lo que sé lo aprendí de profesores no nativos y por mis propios medios, pese a que antes no había tantos recursos como ahora. Y, sin embargo, nunca he tenido problemas para desenvolverme en el extranjero, ni a nivel personal, ni profesional. Así que… 
    sí, se puede aprender de los no nativos.  

    Realmente, en lo que se refiere a la adquisición o el aprendizaje de una lengua minoritaria, es mucho más importante que el educador (padre o maestro) sepa cómo 
    motivar al niño, que el mero hecho de que la domine con la fluidez de un nativo. Lo segundo no es garantía de lo primero. Se suele decir que “no es posible enseñar, sólo aprender”. Incluso hay padres nativos desinformados que deciden hablar con sus hijos la lengua mayoritaria “para no confundirlos” o porque creen que “no les entienden”.

    Una duda habitual es: ¿aprenderá mal el segundo idioma, si no es mi lengua materna

    Evidentemente, cuanto mejor es el nivel del progenitor, más rico es su vocabulario y más tiempo se practica, más absorbe de él el niño. Pero 
    los niños no sólo aprenden idiomas de sus padres. Ambos pueden seguir mejorando en paralelo, si el progenitor se lo propone. Ambos pueden ir también a clases de inglés. Y creo que es mejor transmitir a nuestros hijos lo que podamos, aunque sólo sea el entusiasmo, que no transmitir nada. Y, si nos equivocamos, no sólo podemos rectificar, también nuestros hijos nos acabarán corrigiendo. Es ley de vida. Así es como progresamos en todos los ámbitos, generación tras generación: transmitiendo conocimiento y favoreciendo la mejora continua. La mitad de nuestros bisabuelos no sabían escribir y la tasa de alfabetización femenina era mucho más baja todavía; pero ellos animaban a sus hijos y nietos a que aprendieran a escribir. Hoy día, sus bisnietos comparten conocimiento “bloggeando” en Internet.

    Otra duda habitual sobre el tema es: ¿hablarles en casa en otro idioma puede perjudicar su aprendizaje del castellano?


    En absoluto. Esta es la situación que se da en todas las familias que han emigrado a España sin conocer el idioma y cuyos hijos lo dominan perfectamente. Yo tengo la referencia de mi marido, que aprendió un perfecto castellano, además de un estupendo catalán, sin escuchar una sola palabra en estos idiomas en su casa, en Barcelona. Ahora mi hija está absorbiendo castellano de su entorno a gran velocidad.


    Y en paralelo, conmigo, la peque está adquiriendo otra herramienta de comunicación, el inglés, que aquí no podría absorber del entorno, únicamente en el ámbito académico, porque el inglés no es la lengua mayoritaria.


    Argumento: “Pero ella nunca va a hablar inglés como un nativo”.


    Efectivamente, si nos quedamos en España, ella nunca dominará el inglés como un nativo pero, incluso así, su dominio será mejor que el mío. De hecho, ya percibo que ella piensa y recuerda más rápido que yo las expresiones que aprendemos en inglés a la vez. Todos tenemos un vocabulario activo, el que utilizamos, y un vocabulario pasivo más amplio, el que comprendemos. No me cabe duda de que, gracias a la adquisición temprana del inglés, su vocabulario activo será mucho más amplio que el mío.
  • Creo que estás emprendiendo un innovador proyecto educativo. ¿Nos puedes contar un poco en qué consiste?

    Buscando recursos educativos para mi hija, descubrí un nuevo método de aprendizaje emocional basado en el juego activo: 
    Badanamu. Se ha concebido para que los niños de etapa infantil puedan, entre otras cosas, aprender a expresarse y leer en inglés mediante experiencias multisensoriales, significativas y divertidas, que para ellos resultan “mágicas” gracias a la interacción de elementos físicos y contenidos digitales. Empecé a utilizarlo con mi bebé y, al ver los resultados, me puse en contacto con la marca para importar su método a España y representarles aquí.

    El método sigue 4 pasos: cantar, leer, jugar y crear. Los contenidos audiovisuales, los libros, las apps y los juguetes que se utilizan en cada paso, si los consideramos por separado, son fantásticos; pero además tienen la particularidad de que interactúan entre sí gracias a tecnología 
    bluetooth y NFC y eso los hace realmente mágicos y extraordinarios.

Vanesa, muchas gracias por compartir tu tiempo con nosotros, y compartir tu experiencia en “Un café con”. Creo que es importante dar visibilidad a experiencias de familias como la tuya, porque nos ayuda a derribar mitos y que otras familias vean que pueden abordar esta aventura, adaptándola a sus propias circunstancias.

Si queréis seguir a Vanesa, o ver a su peque defendiéndose en todos estos idiomas, podéis hacerlo a través de su cuenta de Twitter o su canal de YouTube.

Un café con Vanesa (primera parte)




Hoy, en “Un café con”, quiero presentaros a Vanesa. Vanesa es madre de una peque de 28 meses que se pasó los primeros 8 meses de vida escuchando sólo castellano. Entonces, inspirada por el discurso de Patricia Kühl en TED sobre la genialidad lingüística de los bebés, empezó la aventura bilingüe de esta familia.
  • Vanesa, en primer lugar, bienvenida y muchas gracias por dedicarnos un rato. Para empezar, cuéntanos un poco. ¿Por qué empezaste a educar a tu hija en varios idiomas?

    Desde que era niña, siempre me ha atraído poder comunicarme en distintos idiomas. Me han servido para desenvolverme en distintas situaciones y para disfrutar de momentos con personas que nunca habría conocido de no haber aprendido otros idiomas además de mi lengua materna. Así que transmitirle esa habilidad a mi niña era algo natural que tenía que pasar, antes o después.

    Cuando sentí que llegaba el momento de introducir otros idiomas en casa, lo primero que hice fue consultar con los familiares más próximos, puesto que iba a requerir su participación. Desde el minuto cero, todos se volcaron conmigo. Mi marido habla tres idiomas con la fluidez de un nativo, así que no me hizo falta explicarle por qué quería ayudar a nuestra hija a crecer y desarrollarse igualmente en un ambiente multilingüe; generalmente, él habla con la peque en persa, que es la lengua de su país de nacimiento. Mis padres, que sólo hablan castellano, también me animaron a hablar con ella en inglés sin dudarlo un segundo. Ellos me han visto a mí estudiar idiomas extranjeros durante años y también han visto la naturalidad con que se expresa su yerno políglota, que ha absorbido tres idiomas de su entorno sin tener que estudiarlos.


    Todo el conocimiento lingüístico que la niña absorbe jugando ahora, mientras es bebé, son horas que no tendrá que dedicar a estudiar idiomas en el futuro y tiempo que podrá disfrutar realizando sus actividades preferidas, ya sean artísticas, deportivas…
  • A mí en particular me parece muy interesante la elección de idiomas que has hecho para educar a tu hija. ¿Qué criterios has utilizado para elegirlos? En el caso del inglés y el persa, el motivo es claro pero, ¿por qué el chino?
    Me pareció importante aprovechar la capacidad que tienen los bebés de apreciar las diferencias fonéticas más sutiles y adquirir cualquier idioma del mundo. Al tener un buen dominio del castellano y el inglés, si el día de mañana ella quisiese estudiar otra lengua romance o germánica, sé que esto le resultaría más fácil que aprender una lengua más lejana. Y, en el caso del francés o el alemán, yo siempre podría ayudarla personalmente.

    Así que pensé que sería mejor que pudiera aprender desde bebé una lengua más lejana que las citadas pero, lógicamente, tenía que ser para darle una utilidad, por lo que quería que estuviese entre las más habladas y utilizadas en internet. Estas vienen a ser el chino mandarín, el japonés, el árabe y el ruso. De las cuatro, elegí el chino porque:

    1º. Es el idioma más hablado y es bastante accesible: es fácil encontrar profesores de chino e incluso entablar amistad con familias chinas que educan a sus hijos en España.

    2º. La economía china ha venido creciendo a un ritmo vertiginoso y, aunque su crecimiento se desacelera, China es la economía emergente más importante.
     
    3º. Siento admiración por la cultura china del esfuerzo, la humildad, el respeto, la hospitalidad…al margen de que se trata de una de las civilizaciones más antiguas que existen, interesante y hermosa por su arte, su historia, su filosofía, su mitología, su gastronomía, sus tradiciones… Incluso han sabido preservar el legado milenario de su medicina tradicional.

    4º. Aprender chino desde bebé ejercita la mente reforzando conexiones con otras áreas diferentes del cerebro que no se activan al hablar español o inglés. Esto se debe a que el chino es una lengua “tonal”: hablar chino requiere aprender a distinguir, no sólo los fonemas, sino también los diferentes "tonos" de cada palabra, que son imprescindibles para la comunicación, ya que el significado de cada palabra varía en función del tono utilizado. Para entendernos, en el caso de las lenguas entonativas, como el español o el inglés, las variaciones de entonación alteran el sentido de la oración, pero no el significado de las palabras.

    En definitiva, el chino, el inglés y el español son los tres idiomas más utilizados del mundo y, con esta combinación, uno puede desenvolverse casi en cualquier rincón del planeta, conocer a muchas personas interesantes y dedicarse a hacer lo que más le guste allí donde vaya.
  • Una de las principales ventajas de adquirir diferentes idiomas desde bebés es el desarrollo cognitivo que los niños pueden alcanzar. ¿Qué opinas sobre este tema? ¿Has podido experimentar esta ventaja ya en tu hija?
    Supongo que te refieres a un estudio publicado recientemente por el
    Institute for Learning & Brain Sciences (I-LABS) de la Universidad de Washington, en el que se revela que la diferencia en la actividad cerebral relacionada con el bilingüismo se puede observar en las áreas relacionadas con la función ejecutiva del cerebro ya a los once meses de edad, antes de que los niños empiecen a hablar; lo que sugiere que “el bilingüismo no solo influye en el desarrollo del lenguaje, sino también en el desarrollo cognitivo general”.
    Con respecto al desarrollo cognitivo de mi pequeña, sólo puedo comentar algunos aspectos que he observado y me han llamado la atención, por ejemplo:
    como era de esperar, intuye el significado palabras nuevas aplicando conocimientos de otros idiomas
    - con su vocabulario limitado de bebé, es capaz de explicar causas y efectos, es decir, por qué ocurren ciertas cosaspero también he notado algo que me ha sorprendido mucho y es que es capaz de aplicar conocimientos previos en nuevos contextos para resolver un problema, sin que nadie se lo haya explicado antes
  • ¿Qué otros beneficios consideras que aporta el multilingüismo en la infancia?
    El bilingüismo y el multilingüismo favorecen el nivel de atención de los niños, porque su mente se acostumbra a concentrarse para poder comprender. También mejoran la observación de los detalles y el lenguaje corporal. Todo este entrenamiento se transforma en excelentes habilidades de comunicación: el tiempo de razonamiento y el esfuerzo mental se reducen y la expresión oral es más rápida, ágil, fluida… Dominar varios idiomas también facilita el aprendizaje de nuevos idiomas.
  • ¿Qué diferencia consideras que hay entre transmitirles varios idiomas desde bebés o empezar a hacerlo más tarde?
    Los bebés que viven en entornos bilingües pueden adquirir dos lenguas maternas en paralelo de forma natural e “inconsciente”. También pueden tener una lengua materna y empezar a adquirir a edad temprana una segunda lengua. Ambas aproximaciones facilitan una correcta conciencia fonológica, esto es, la capacidad de distinguir un sonido de otro. También les permiten asimilar ambas gramáticas como árboles, más o menos robustos, pero con raíces propias.

    Por contra, cuanto más se retrasa la introducción del segundo idioma, más esfuerzo les cuesta a los niños diferenciar los sonidos no presentes en su lengua materna. La gramática del segundo idioma comienza a desarrollarse como una rama del árbol existente; es decir, para expresarse en el segundo idioma, primero piensan en su idioma materno y luego traducen. Ya no podemos hablar de adquisición del idioma, sino de aprendizaje “consciente”. No obstante, la plasticidad cerebral permite que esta situación se pueda llegar a invertir, por ejemplo: si la persona es joven, se ve inmersa en el segundo idioma por un cambio de residencia y deja de practicar su lengua materna de forma habitual, la rama del segundo idioma se fortalece y acaba ensombreciendo el árbol de su lengua materna.

    Además de las diferencias anteriores entre adquirir o aprender el idioma a distintas edades, cabe comentar acerca de los intereses o motivaciones del niño. Los bebés tienen un interés innato por adquirir los lenguajes de su entorno porque se sirven de ellos para descubrir el mundo en el que viven y adaptarse a él. Pasados unos años, los niños ya se han adaptado a su entorno, por lo que hablar un idioma adicional no es una necesidad vital y la única motivación es la de aprender el nuevo idioma en sí, que es mucho menos interesante. Sin embargo, la motivación de adaptación reaparece en los niños, como si fueran bebés, cuando cambian de país: “enmudecen” durante unos meses, mientras escuchan y adquieren el nuevo idioma, hasta que un día empiezan a hablar.
  • Como comentábamos antes, vuestra hija se está educando en idiomas con raíces muy diferentes. Entiendo que esto debe implicar un gran esfuerzo, quizás más que para ella, para vosotros, a la hora de enseñarle a leer, a escribir, matemáticas etc. ¿Cómo planteáis esta problemática en vuestro caso?
    Que aprenda a leer y escribir en español e inglés, no lo veo un reto complicado; todos los niños acaban aprendiendo y existen formas de hacerlo divertido. Me gustaría que aprendiese a escribir en persa con su padre. Es un alfabeto bastante sencillo, que además comparte muchos caracteres con el árabe y le puede venir bien en el futuro desde el punto de vista tanto personal como profesional. No sé, quizás es sólo una idea un tanto “romántica”.

    En cuanto a la escritura china, en primer lugar tendría que aprender
    pinyin, el sistema de transcripción fonética del chino mandarín que utiliza el alfabeto latino. Tampoco creo que esto le costase demasiado, se podría introducir una vez que se haya afianzado como lectora en castellano e inglés. Ahora bien, aprender los caracteres chinos simplificados sí supone un gran reto, ya que tendría que memorizar un mínimo de tres o cuatro mil caracteres. Así que ya iremos viendo… si ella muestra interés, buscaremos fórmulas para ayudarla; si no le interesa, en ningún caso voy a presionarla. Prefiero animarla a desarrollar su talento en el terreno donde ella se sienta más motivada.
    La cuestión de las matemáticas da para otro libro. Probablemente, nos apoyaremos mucho en las matemáticas visuales, que son más fáciles de comprender para los niños que los conceptos abstractos.

(continuará..)

Podéis leer la segunda parte de esta entrevista en Un café con Vanesa (2ª parte).

Además, si queréis seguir a Vanesa, o ver a su peque defendiéndose en todos estos idiomas, podéis hacerlo a través de su cuenta de Twitter o su canal de YouTube.

martes, 23 de agosto de 2016

Enseñar inglés a los niños con canciones

Una de los recursos que más utilizo yo para transmitirle el inglés a mi hijo son los cuentos. Siempre he sido una gran aficionada de la lectura, y ahora la utilizo mucho con el peque para ayudarle a aprender inglés.

Sin embargo, he descubierto que las canciones son un recurso también muy válido. No me gusta cantar, lo hago fatal, y la verdad es que no escucho música demasiado a menudo. Sin embargo, empecé comprándole un par de CDs de música infantil en inglés al niño, y al ver los resultados he incrementado el uso de este recurso. Me he dado cuenta de que le ayudan a aprender mucho vocabulario e incluso expresiones sencillas, porque es capaz de repetir no sólo las palabras de las canciones, sino frases enteras de las mismas.



Nosotros usamos las canciones de tres maneras diferentes:

  • Por una parte, tenemos varios CDs que utilizamos sobre todo en el coche. El niño ya empieza a aprenderse las canciones e incluso tiene algunas favoritas, que te pide constantemente. Es capaz de escuchar la misma canción decenas de veces seguidas (lo que implica que nosotros también la escuchamos decenas de veces seguidas...).

  • Además de los CDs, yo le canto alguna de estas canciones. Esto creo que le ayuda mucho a memorizarlas y entenderlas, porque yo voy decidiendo el ritmo al que las canto para adaptarme al peque. Así, empieza a saberse frases de canciones, e incluso te las completa cuando te paras para que lo haga.

  • Y por último, he comprado algunos cuentos con las canciones que más le gustan. Los que yo he comprado son de la editorial de Child's Play, pero seguro que hay un montón de ellos estupendos.  Le encanta que le cante las canciones mientras vemos los dibujos de los cuentos donde las escenifican. Creo que estos cuentos le ayudan mucho, porque le representan de forma visual la historia de la canción, lo que le hace entender mejor el vocabulario relacionado con la misma.

Así que ya sabéis, incluso si sois como yo, que no os entusiasma cantar, animaos a hacerlo con vuestros peques en inglés! Hay un montón de canciones muy pegadizas y muy fáciles de memorizar que podéis usar! En la página de canciones del blog tenéis algunas de la que más usamos nosotros.


jueves, 18 de agosto de 2016

Nuestra primera experiencia con una au pair

Tenía muchas ganas de contaros nuestra primera experiencia con una au pair. Cómo ya os comenté en otro post, estuvimos buscando au pair para el verano, porque pensamos que sería una buena oportunidad para aumentar la exposición del peque al inglés.

Al final contactamos con una chica canadiense que estaba interesada en pasar aquí el mes de Julio. Nos gustó mucho porque se dedicaba a dar clases a niños de diferentes edades, tenía experiencia también como babysitter con bebés, había trabajado en guarderías e incluso tenía un master en desarrollo del lenguaje.

Así, que nos decidimos, y organizamos todo para que pasara con nosotros el mes de Julio. Decir que los resultados han sido increibles. El peque ya estaba empezando a decir algunas palabras en inglés cuando ella llegó, pero durante ese mes su vocabulario aumentó notablemente.

Pasaban las mañanas juntos y entre juegos, canciones y cuentos, acabó el mes y el niño había adquirido muchísimo vocabulario. Aprendió a decir los números, los colores, las formas, palabras que hasta entonces le costaban mucho, como por ejemplo shoes, e incluso expresiones sencillas de un par de palabras: Come on!, I'm ok, How are you?. Además, empezó a decir palabras en ambos idiomas; hasta ese momento, para la mayoría de las palabras elegía un idioma (a mí me daba la sensación de que elegía el idioma en el que cada palabra le resultaba más sencilla); sin embargo, yo creo que fue el hecho de ver que ella no le entendía cuando él hablaba en español, lo que le hizo empezar a decir palabras en los dos idiomas. Por ejemplo, la miraba, le decía Ven, e inmediatamente cambiaba y le decía Come!, cómo si se diera cuenta de que sino no le podía entender.

Os recomiendo totalmente la experiencia. Aunque la logística puede ser un poco complicada, merece la pena hacer el esfuerzo aunque sea únicamente durante el verano, como complemento a todo el inglés que el peque vaya adquiriendo durante el resto del año.

Supongo que dependerá un poco de la au pair que encuentres, de como encajen ella y el niño, pero en nuestro caso salió todo muchisimo mejor de lo esperado, y eso que yo tenía muchas expectativas puestas en este tema.

Creo que dos aspectos claves a la hora de acertar con la au pair que elijas son encontrar a alguien a quién le gusten mucho los niños, y que sepa muy poco español. En este caso la chica apenas hablaba español, y eso creo que ayudó mucho a que el niño se esforzara en hablarle en inglés para poder entenderse con ella.

Nosotros repetiremos sin duda el año que viene, y os recomiendo a todos que os lo planteeis como una posibilidad muy interesante para aumentar la exposición de los niños al idioma minoritario, tanto si los estáis educando como bilingües como si únicamente queréis que aprendan inglés.

¿Alguno de vosotros ha tenido au pair en casa? ¿Qué tal ha resultado la experiencia?